Señas del Mus: Cómo comunicarte con tu pareja sin que te pillenUna de las claves para triunfar jugando al mus es hacer las señas correctas a nuestro compañero sin que nos descubra la otra pareja. Vamos a descubrir las señas de mus y las normas a seguir a la hora de realizar estas señales. Escrito por Pau Sisternas Pau Sisternas Experto en apuestas Periodista, blogger, apasionado del deporte y atleta en mi tiempo libre. Debo quejarme de que las cartas están mal mezcladas hasta que consiga una buena mano (Jonathan Swift). 0 Actualizado el 05/02/2024 Poker, blackjack, bacará, punto y banca... todos ellos son juegos de cartas a los que se juega con la baraja francesa contra otros jugadores o la banca. Y luego tenemos juegos como el mus, el más popular de los juegos con baraja española por delante de la brisca, el tute, el cinquillo o el guiñote. Pero si hay algo que hace del mus un juego diferente es que aquí jugamos por parejas. Compenetrarse será clave, y las señas del mus cobran especial importancia si queremos comunicarnos bien con nuestro compañero de mus. Tabla de contenidos1 ¿Qué son las señas de mus?2 Las señas del mus3 Normas del mus: cómo hacer las señas4 Preguntas frecuentes sobre señas del mus ¿Qué son las señas de mus? Cuando hablamos de señas o señales de mus nos referimos a los gestos de los jugadores para comunicarse secretamente con su compañero. Para hacernos una idea, las señas de mus nos permiten informar a nuestro compañero de qué cartas llevamos. Se trata de una parte fundamental, pues en función de mis señas y cartas que el compañero tenga en mano podrá diseñar la mejor estrategia y viceversa. A partir de las señales mus de tu compañero, podrás jugar en un sentido u otro. Las señas del mus Si conoces las normas del juego, sabrás que no se permiten señas falsas en el mus. Aunque las reglas mus establecen una serie de señales, es posible que estas cambian de un lugar a otro de España. Por eso, antes de empezar la partida es imprescindible aclarar cuáles son las señas del mus que se pueden utilizar en la partida y cuáles no. Así, ambas parejas tienen claras las normas del mus y evitamos malentendidos cuando vemos una seña sospechosa o que no se corresponde a las cartas que se juegan. Estas son las señas del mus: Dos Reyes (dos cerdos): morderse el labio inferior. Dos Ases (dos pitos): sacar la lengua. Tres Reyes (tres cerdos): morder un lateral del labio inferior. Tres Ases (tres pitos): sacar la lengua por un lado. Solomillo (tres cerdos y un pito): beso sin sonido. Medias: mover los labios cerrados hacia un lado (solo después de jugar el lance de Grande). Duples: levantar las cejas. Treinta y una (real mus): guiñar un ojo. Treinta: levantar ambos hombros o guiñar un ojo después de cantar “juego no” los cuatro jugadores. Veintinueve: levantar un solo hombro. Ciego: cerrar los dos ojos. Sobra decir que no podemos hacer señas del mus incompatibles. El ejemplo más evidente es que no se permite hacer la seña de ciego si llevamos alguna jugada, por muy mala que nos parezca. La clave de las señas de mus es comunicarnos con nuestro compañero... sin ser vistos por el rival. Es importante recalcar que no podemos jugar con señales de mus inventadas para evitar ser interceptados por la pareja oponente. Normas del mus: cómo hacer las señas Para triunfar con las señas del mus es fundamental compenetrarse con la pareja, algo que solo se gana a base de experiencia. Cuanto más juguemos con el mismo compañero, más fácil nos resultará interpretarnos uno a otro. No podemos hacer las señas en cualquier momento, o acordar con nuestra pareja cuándo hacerlas, hay que seguir las reglas mus para hacer señas: Está prohibido hacer señas mientras se reparten las cartas. Ni en el primer reparto ni en sucesivas dadas. Las señas deben pasarse por completo. Si tienes tres cerdos, no puedes pasar solo dos. Si tienes dos cerdos y dos pitos, debes hacer AMBAS señas, no una sola. No importa el orden en que se pasan las señas, que se harán cuando considere el jugador. Sin embargo, las medias diferentes a las de Reyes deben pasarse al finalizar el lance de grande. Un jugador puede preguntar al contrario sobre la veracidad de una seña que cree haber visto. Sin embargo, el otro jugador no tiene por qué contestar. Queda prohibido hacer señas para preguntar jugada. Únicamente se pueden hacer señas de las jugadas que tenemos en mano. Llegados a este punto, ya puedes empezar a jugar y hacer las señas del mus. Seguramente no haga falta decirlo, pero tampoco podemos enseñar las cartas al compañero o decirle qué tenemos de otro modo que no sea mediante las señales de mus. De hecho, si utilizamos las señas del mus será precisamente para ocultarle estas cartas a la otra pareja y tratar de sorprender con nuestra jugada. Preguntas frecuentes sobre señas del mus ¿Cuándo se pueden hacer señas en el mus? Las señas del mus pueden hacerse en cualquier momento a partir del corte del mus. La única excepción son las medias diferentes a las de reyes, que deben hacerse al finalizar el lance de grande. ¿Cómo se hacen las señas del mus? Los dos cerdos se indican mordiéndose el labio inferior, los tres cerdos moridéndose un lateral del labio, los dos pitos se indican sacándose la lengua, los tres pitos sacando la lengua por un lado, las medias torciendo la boca -cerrada- a un lado, las duples levantando las cejas, la real mus o 31 guiñando un ojo, el 30 levantando ambos hombros y el 29 uno solo. La ciega se indica cerrando los ojos. ¿Cómo es la seña de solomillo en el mus? La seña de mus solomillo (tres cerdos y un pito) es un beso al aire, sin sonido. ¿Qué significa mus corrido y sin señas? En el mus corrido y sin señas, no están permitidas las señas en la primera mano. Se juega de corrido y si los jugadores quieren mus pasarán el mazo de cartas al jugador de la derecha. Si todos los jugadores quieren mus, reparte el que está a la derecha del que repartió antes. El jugador que corte será mano. ¿Qué es el mus negro? Conocido también como “corrida”, consiste en darse mus con una jugada buena en la mano esperando que sea cortado por la pareja contraria. De este modo, esperamos ganar más tantos al revocar de forma inesperada para la otra pareja, pues esta no lo espera al no haber cortado nosotros.